No es sólo hacer kilómetros

Poco a poco vamos avanzando en nuestra preparación y se acercan algunos de esos objetivos que hemos marcado en rojo en nuestro calendario. Se trata de ciclodeportivas de renombre que se caracterizan en la mayoría de los casos, por su gran kilometraje y un importante desnivel acumulado.

He detectado durante estos últimos años, coincidiendo con el “boom” de algunas de estas pruebas ciclodeportivas, la obsesión que tienen algunos cicloturistas por hacer salidas interminables de horas y kilómetros para preparar este tipo de pruebas y la pregunta que deberíamos hacernos es: ¿realmente es necesario acumular un gran número de salidas por encima de 200 km para preparar este tipo de pruebas? Pues mi respuesta particular es que ¡NO! No solamente provocaran un gran desgaste psicológico en el camino de preparación hacia nuestro/s objetivo/s, sino que también pueden provocar sobrecargas por fatiga muscular. Y todo ello, sin generar las adaptaciones fisiológicas y musculares que se deben dar para mejorar nuestra condición física.

Lo importante realmente es la “calidad” de los kilómetros que realicemos. Hace poco, un compañero y amigo que ha finalizado su primera maratón en algo menos de 3h me decía lo siguiente: “si entrenas siempre a ritmos de 4’10’’ el km, no serás capaz de hacer la maratón a ese ritmo. Debes entrenar a ritmos más elevados en distancias más cortas, para poder acabar el maratón a 4’10’’ el km”.

Pues eso mismo lo podemos aplicar en el caso de la bici. Nuestro entrenamiento debe ser variado, trabajando diferentes intensidades y capacidades, lo que nos permitirá ir optimizando nuestras vías energéticas y os puedo asegurar que se pueden acabar muy dignamente marchas de doscientos y pico de kilómetros (incluso más), con algunos entrenos de calidad de 150-170 km. Además, debemos pensar que el día de la prueba tenemos un “plus”, derivado de la enorme motivación que tenemos para afrontar el reto.

Fijémonos por ejemplo en lo que hacen los grandes clasicómanos para preparar las mejores carreras de un día, con un kilometraje que está sobre los 260-270 km (casi 300 km en el caso de la Milan-San Remo). Pues en el caso de un ciclista que seguro que es admirado por todos nosotros, Fabian Cancellara, prepara sus grandes retos de primavera en la Challenge a Mallorca, entre otras pruebas, completando las diferentes etapas en las que participa (140-160 km aprox) y después volviéndose al hotel haciendo tras-coche (algún día hasta 50-60 km más).

Pues os propongo una estrategia similar para que la sigamos nosotros como cicloturistas: realizar la típica salida con nuestra grupeta de sábado o domingo, posiblemente entre 3-4 h y donde seguro que tendremos subidas, piques, cambios de ritmo, trabajo aeróbico y anaeróbico, etc y al acabar, completar el entrenamiento con hora u hora y media de rodaje suplementario. En una sola sesión de entrenamiento habremos conseguido trabajar a diferentes intensidades, habremos trabajado la resistencia, el fondo físico y todo ello, sin la obsesión de llevar a cabo sesiones interminables de entrenamiento a ritmo cansino. Eso si, siempre y cuando estéis dispuestos a renunciar a la cervecita con vuestros compañeros al acabar el entrenamiento con la grupeta, porque ya sabéis; “el que algo quiere algo le cuesta”.

Andreu Canals
Lic. Químicas y Master Universitario en Nutrición
Entrenador Nacional de Ciclismo

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